El escritor : Saramago tiene un verbo fácil pero os sorprenderá por que no utiliza signos de puntuación, así que el lector tiene que adivinar dónde empieza o termina una frase y cómo la tiene que modular. La obra: Dios hizo al “hombre” a su imagen y semejanza, lo puso en el Paraíso y luego lo expulsó. En el antiguo testamento Dios es un individuo sádico y malvado, y le gusta divertirse infligiendo sufrimientos al hombre. Caín no va a entrar en su juego. Acusa a Dios de ser el asesino de su hermano Abel y quiere vengarse. Pero antes transita por todas las escenas del antiguo testamento (las Murallas de Jericó, el Becerro de oro, Sodoma y Gomorra, el Diluvio Universal…) como un espectador, narrando las salvajadas que presencia y recriminando al Dios que lo consiente y provoca. Una novela original e instructiva.
La vida de un hombre puede dar un giro inesperado en tan sólo 24 horas. Alejandro Gándara nos sumerge en el día de un hombre fracasado como esposo, como profesional y hastiado de vivir pero que ama profundamente a su hijo adolescente quien tiene un trastorno de déficit de atención (TDAH), con quien vive y en quien proyecta sus pocas esperanzas. La novela es un largo paseo por el fluir de la conciencia del personaje. Un paseo de flores y arboledas, de aromas a ciudad decadente, a supermercado, a percebes, a automatismo inconsciente. Todo en un sólo día. Una prosa poderosa de lectura densa que deja el sabor de las grandes novelas, el sabor de lo aprendido.
Porque a veces es necesario conocer el pasado para no cometer los mismos errores en el presente. La voz dormida, a través de la ternura de varios personajes femeninos, nos traslada a ese pasado oscuro de nuestra historia más reciente. La autora hace un excelente ejercicio de memoria y describe con sutilidad la vida de nuestros mayores.